Si hubiera que establecer tres
grandes revoluciones culturales en la historia de la humanidad podríamos hablar
de la aparición del lenguaje, la aparición de la escritura y la aparición de la
comunicación telemática. Esta última va a significar la base sobre la que se
vaya construyendo todo lo que se ha dado en llamar las nuevas tecnologías o
Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC). Es importante establecer
que nuevas tecnologías no se puede confundir con lo que es y representa
internet, esta última forma y es parte fundamental de las TICs.
Esta realidad que como tal se va
implantando de manera constante y progresiva en todos los aspectos de nuestra
vida diaria, y en la forma de interacción no sólo ya en la que establecemos
entre personas a nivel individual, sino también a nivel familiar y grupal, se
sitúa como un gran instrumento y oportunidad para el desarrollo y
transformación de las sociedades independientemente de sus estructuras y
configuración. Aunque existan sociedades que hacen todo lo posible para impedir
que se produzcan estos avances sino es bajo su control y supervisión, ya que
con ellos ven peligrar su actual modelo, en su gran mayoría faltos de libertad
y participación.
Pero ¿porque de la importancia de las
“nuevas tecnologías para el Trabajo Social”?, desde mi punto de vista no es sino
por los propios objetivos que nos definen como profesión. La cual y siguiendo
la definición que nos da la Federación Internacional de Trabajadores Sociales
en la asamblea celebrada en julio de 2000 en Canadá respecto a Trabajo Social,
indica “que tiene por objeto la intervención y evaluación social ante las
necesidades sociales para promover el cambio, la resolución de los problemas en
las relaciones humanas y el fortalecimiento y la libertad de la sociedad para
incrementar el bienestar y la cohesión…”
De ahí que las nuevas tecnologías se
convierten en un elemento fundamental para poder alcanzar estos objetivos que
nos definen como profesión. El capacitarnos en su utilización, en su
conocimiento y en sus posibilidades, debe significar un reto para todas y todos
los trabajadores sociales porque se nos
brindan magníficas oportunidades para el desarrollo del conjunto de nuestras
funciones.
Desde la coordinación, la dirección,
la evaluación, la gestión, la investigación, la planificación y todas y cada
una de las funciones que desarrollamos, se hace necesario que sepamos implantar
aquellos instrumentos tecnológicos propios para cada espacio y momento. Dando
un paso más respecto a saber utilizar un procesador de texto, una hoja de
cálculo o una base de datos como simples usuarios, lo cual no está mal pero en
el momento tecnológico en que nos movemos nos sitúa en un primer escalón, lejos
del gran potencial que tenemos entre nuestras manos, y del que podemos y me atrevería
a decir debemos de sacar su máximo rendimiento en beneficio de la comunidad.
Obviamente y no es mi intención
situar por encima de las personas y el contacto directo, a lo que pudiéramos
entender como “las máquinas”, sino al contrario utilicemos el potencial de
éstas para alcanzar los objetivos que nos planteemos.
(Publicado en la Revista TS Difusión del Colegio Profesional de Trabajo Social de Málaga núm. 90)
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