lunes, 30 de diciembre de 2013

¿Qué pasará con la prevención ... ?

HACE escasos días se aprobaba por parte del Pleno del Congreso la reforma local que entre otras cuestiones viene a plantear un cambio radical en lo que al modelo de intervención social se refiere, dejando a los ayuntamientos sin la competencia en la prestación de Servicios Sociales y de promoción y reinserción social (Art. 25.2.k actual Ley de Bases de Régimen Local).

ESTE artículo 25 ha sido clave para que desde los ayuntamientos se desarrolle todo un conjunto de actividades y líneas de intervención basadas en la prevención. Pero ¿cuando hablamos de prevención a que nos referimos?, según el Diccionario Práctico de Trabajo Social hablamos de: “Conjunto de medidas encaminadas a eliminar los posibles riesgos de los que los individuos pueden ser objeto. Según el criterio a considerar, la prevención puede clasificarse en varias formas: a) prevención en cuanto al objeto: drogas, violencia infantil, de género, etc., b) prevención en cuanto al entorno: comunitaria, escolar, laboral. c) prevención en cuanto al nivel de actuación: primaria, secundaria y terciaria”.

EN la práctica nos encontramos con actividades que principalmente están actuando en todo lo que es el campo de las adicciones, violencia, talleres sobre conductas de riesgo, actividades de sensibilización e información, etc.
RECUERDO en los años 90 apasionados debates con los responsables en aquel momento del Área de Bienestar Social del Ayuntamiento de Málaga, porque se negaban a admitir que tuvieran competencias en prevención, hoy más de veinte años después, ¿qué va a pasar con todo lo existente? programas, proyectos, actividades, todo un inmenso trabajo realizado tanto por entidades sociales como por la propia administración que van a quedar en una “nube”.

CUANDO cada vez más los datos que surgen de estudios como el último respecto al consumo de alcohol entre jóvenes, donde el porcentaje de chicos de entre 14 y 18 años que han consumido alcohol en el último mes, ha pasado del 63% del año 2010, al 74% en 2013, un incremento de once puntos más, información facilitada a través de la ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato, el mismo jueves que se aprobaba eliminar ésta competencia de los ayuntamientos, interesante paradoja.

ESTA información avalada con datos empíricos y reconocidos por la máxima responsable ministerial, no viene sino a poner sobre la palestra la necesidad de intervenir si cabe más, antes de que se produzcan consecuencias lamentables, y eso sólo se puede realizar desde la acción previa a las posibles consecuencias, desde el trabajo en y con los jóvenes, con sus familias, en todo el proceso de socialización, no desde modificaciones del código penal y del endurecimiento de otras medidas, los resultados están ahí.
LA cercanía y el conocimiento diario de la realidad de los barrios y sus calles, no lo ofrece sino la administración más cercana, y ésta es nuestro ayuntamiento, trabajar en prevención es trabajar sobre la realidad de lo que está ocurriendo en el día a día. Pero ante estos cambios que ahora se plantean ¿alguien duda que estemos volviendo atrás en derechos conseguidos, o que éstos estén desapareciendo?

(Publicado también en Revista El Observador, pinchar para ver)

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