Llevamos ya dos procesos electorales en Andalucía y
encaminamos el tercero para las generales, donde estoy convencido que también
las políticas sociales serán un eje central en los discursos, los programas y
sobre todo las propuestas finales. Habrá que pensar que si tanto se habla es
porque realmente interesa, y sobre todo porque existe una necesidad de ellas
ante la situación en que nos encontramos, y que no ha venido siendo atendida en
las medidas necesarias. Aunque seguro que nos seguiremos sorprendiendo con
algunas ideas y propuestas, y sobre todo muchas de ellas dejan marcado muy
claramente el concepto que de los Servicios Sociales se tienen, y por ende de
la pobreza, la exclusión y en definitiva del bienestar.
No es que vaya hablar del compromiso y la
responsabilidad de nuestros gobernantes con lo que dicen y hacen, eso lo dejo
para otra entrada, donde llegado un tiempo habrá que tirar de hemeroteca, como
se suele decir. En esta ocasión quiero poner el acento en la realidad
profesional del Trabajo Social, en
cuanto a su existencia como recurso humano en el ámbito del Sistema Público de
Servicios Sociales en Andalucía.
En mayo de 2013 se aprobaba en el Consejo
Territorial de Servicios Sociales y del Sistema para la Autonomía y Atención a
la Dependencia, entre otras cuestiones, el Catálogo de referencia de Servicios
Sociales. En dicho catálogo se establece la existencia del profesional de
referencia, donde literalmente se indica:
"Las personas que accedan al Sistema Público de Servicios Sociales contarán con un profesional de referencia, que será un (a) Trabajador (a) Social, al menos en el ámbito de los Servicios Sociales de Atención Primaria, con la finalidad de asegurar la integralidad y continuidad en la intervención" (BOE 117 / 16 de mayo 2013)
"Las personas que accedan al Sistema Público de Servicios Sociales contarán con un profesional de referencia, que será un (a) Trabajador (a) Social, al menos en el ámbito de los Servicios Sociales de Atención Primaria, con la finalidad de asegurar la integralidad y continuidad en la intervención" (BOE 117 / 16 de mayo 2013)
Si nos vamos a la última memoria publicada en la web
oficial de la Junta de Andalucía referente a Servicios Sociales Comunitarios,
concretamente de todo lo que es el Plan Concertado eje del sistema, que se
corresponde con la del año 2012 (Acceso
a las memorias publicadas). Los datos en cuanto a la plantilla de
Trabajadores/as Sociales existentes, si comparamos los últimos cuatro años,
realmente son alarmantes:
Mientras la población ha crecido un 1,68% el número
de Trabajadores/as Sociales ha disminuido en un 6,12%, cuestión que no ha hecho
sino que incrementar la ratio de población que le puede corresponder a cada uno
de estos profesionales, en un 8,31%, siendo la última de 5.465 personas por
Trabajador/a Social, siempre y cuando todos ellos se dedicaran a la atención
directa, cuestión que no es así por lo que dicha ratio aún será mayor.
Pero
si estos datos por si solos ya son preocupantes, si se profundiza en el tipo de
contratación que estos profesionales tenían, nos encontramos que tan solo 241 el
15,71% eran personal de plantilla, el resto 1.293 que representan el 84,29%,
estaban contratados con cargos a programas y proyectos, lo que no viene sino a
plantear indefinición e inestabilidad estando sus puestos de trabajo asegurado
mientras tanto dure el programa, proyecto, prestación, etc. Lo que nos hace
tener un sistema cogido con alfileres, que ante cualquier soplo por muy pequeño
que sea, se nos cae, como se ha visto en los últimos años.
Estas
plantillas son la suma de todos los recursos existentes en los diferentes
municipios de Andalucía, tanto de los de más de 20.000 habitantes y los de menos
a través de las diputaciones provinciales. Siendo la última responsable, la que
tiene la competencia, que no es otra que la Junta de Andalucía. Por ello es urgente
que ante el nuevo gobierno y donde en ésta ocasión si se ha optado porque
exista una consejería propia para el ámbito de los Servicios Sociales, lo cual
hay que entenderlo como bastante positivo, esta tendencia se transforme y se
apueste no sólo por el incremento en el número de profesionales a todas luces
escasísimo, recordar que se están atendiendo un millón de personas al año en
los Servicios Sociales Comunitarios, sino también para que el modelo se
modifique, afianzando con mejores cimientos al Sistema.
(Publicado en Revista El Observador)